Sin dudas grave, lo del "Fino" Palacios es también parte de un problema mayor. Bien merecido el repudio generalizado a su nombramiento. Oportuna la cuestión para hacer un aprendizaje y establecer un método de selección más democrático de semejante cargo. Pero a no engañarse, el probema no se termina ahi. Es evidente que la creación de la policía metropolitana, desde el punto de vista de mejorar las condiciones de seguridad general, carece de sentido. El traspaso y redefinición de la Federal era el camino. Esta doble policía en un mismo territorio va a traer cola. Y de la mala. Los esfuerzos del ministro por situar a la "nueva fuerza" en un ámbito de competencias distinto de la Federal no han hecho más que agigantar la inquietud. Dijo que se dedicará a evitar piquetes (inmediatamente frente a esa declaración, surge la cuestión de la criminalización de la protesta social). "De ninguna manera", dice el ministro. Nadie le cree. El problema se acerca a su punto de no retorno, el día en que ambas fuerzas estén en la calle.
Mientras tanto, el verdadero sentido de esta fuerza de seguridad metropolitana se hace notorio. Esos nuevos agentes son maniquíes. Como esos que lucen en los locales de venta de indumentaria. Muñecos que sirven para colgarles cosas. Pistolas, chalecos, radios, en fin: aparataje variado y móviles. Vean si no. Las compras por contratación directa avanzan con prisa y sin pausa. ¿Cuánto terminará costando el chiste de esta fuerza metropolitana de seguridad? Nadie lo sabe. El gobierno habla de 500 millones. ¿Salarios y equipamiento o sólo salarios?Tampoco sabemos si disminuirá el delito. Pero sí nos consta que el déficit de la ciudad crece. Cerca de 1.000 millones este año. Y con él la deuda. Lo dijimos: la gestión PRO no ha demostrado ser mejor que otras, pero sí sensiblemente más cara. Parece que no se va a cansar de demostrarlo. La GranPro: Cara pero peor.
1 comentario:
En el pasado se decía "Venir a hacerse la América". Por estas latitudes la cuestión se corrompió y cronificó: cada tanto una "década infame"; para qué enumerarlas... Ya parece comenzar una nueva edición. Pro pro, pro pró
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