lunes, 23 de febrero de 2009

Generar una propuesta que supere a un nuevo modelo agro exportador

La sucesión a "la era K" (en sus dos vertientes, una por dentro y otra por fuera del PJ), opaca un tanto un tema que atraviesa a ambas "opciones". Y es que una nueva clase de rentistas y productores/exportadores, básicamente (pero no exclusivamente) camperos, promueve el fin de la etapa redistribucionista en la Argentina (etapa de tibios logros, que ni de lejos recuperaron el terreno perdido en la onda larga del neoliberalismo argentino 75/01 ) y propone un modelo agro exportador (agrobussines for export, estaría mejor significado) de cuño tecnológico. Modelo que postula un tipo de cambio único (sin retenciones ni cortapisas) y funcional "al campo". Dada la dualidad de la economía nacional y el bajo nivel de empleo (directo e indirecto) que genera ese modelo, la perspectiva para las mayorías populares son preocupantes. Ese proyecto de país es el que se va imponiendo en el terreno de las ideas y de las representaciones institucionales. Posterga a las variantes desarrollistas, tanto a la duhaldista como a la redistribucionista de fallido intento del primer gobierno K.

Si no generamos alguna propuesta superadora, basada en la sensatez de asegurar frente a la crisis propia y global un programa mínimo de expansión de ciudadanía, la vamos a pasar mal. Se necesita un programa mínimo que asegure alimentación, vivienda, educación y salud para TODOS. Remito en esto a mi nota de P/12 (www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-113461-2008-10-17.html) . Ese programa mínimo demanda una profunda reforma del estado y la revisión de tres marcos normativos heredados de la dictadura: el sistema tributario, la ley de entidades financieras y la ley de radiodifusión.
Ahora bien, como sabemos, estas cuestiones no se dirimen en el terreno de la racionalidad, ni de la técnica. Demandan fuerza politica. No es el PJ remozado ni la UCR resucitada al amparo de la rosa.

Objetivamente, hay actores para armar esa fuerza: emprendedores (ligados al mercado interno antes que al mundial), obreros y empleados, profesionales, cuentapropistas e intelectuales, y pobres cada vez más pobres (30% sobre una población de cuarenta millones), entre otros de menos peso relativo.

También hay condiciones internacionales favorables (crisis), como las hay para el agrobussines for export (la crisis). La diferencia (brutal, por cierto) es que ellos han ganado la confianza de "la gente" y pagan a los casquivanos medios, y nosotros ni siquiera somos un "nosotros".

1 comentario:

Carlos Norberto Mugrabi dijo...

Celebro el espacio que abren y proponen el Frente Grande Capital y Alejandro Otero; uno se puede expresar anticipando en el destinatario decencia e inteligencia.
Coincido con los lineamientos planteados; debo decir también que acuerdo; entonces lo digo: acuerdo.
Me considero –parafraseando- bienvenido a este blog; pues busco que se concrete una sociedad democrática, ética y justa.
Entiendo que debemos cuestionar la idea de crisis: el mundo y la economía no viven una crisis sino un derrumbe. El colapso, derrumbe o naufragio no implican de por sí una crisis.
La crisis es un bien a desarrollar por los sujetos con buenos valores, como los presentes en la bienvenida de este nuevo sitio.
Si creemos que la crisis va de suyo le damos una apreciable ventaja a lo peor; a lo mismo que produjo una sociedad brutalmente obscena.