Los economistas
Arnaldo Bocco y Alejandro Otero, el periodista Eduardo Anguita y el sociólogo
Ricardo Rouvier, discutieron sobre motivaciones económicas, políticas y
sociales del “cacerolazo” del próximo jueves y del 13 de septiembre pasado, y
se remontaron a las protestas lideradas por productores rurales o las
encabezadas por el empresario Juan Carlos Blumberg para tratar de explicar un fenómeno ligado a
los sectores medios. Fue durante una charla-debate titulada “Cacerolas o
Salarios”, que se realizó este lunes 5 en la sede del Partido Socialista Obrero
Español de la Argentina y fue organizada por la Fundación Acción para la
Comunidad (FAPC) y la Asociación Civil Estudios Políticos para el Cambio (EPOCA)
y coordinada por Eduardo Sigal, Presidente de la FAPC.
A continuación, algunas consideraciones en torno a la exposición de Alejandro Otero:
Uno de los logros más
significativos de los gobiernos e Néstor y Cristina Kirchner es que ha situado
el debate en un piso mas alto, porque si hoy algunos están discutiendo lo que
se da en llamar el “cepo cambiario” es porque hay sectores que tienen capacidad
de ahorro y buscan dolarizar esos ahorros y no pueden. Se discute el “cepo”
porque el Estado recuperó capacidad de regulación en el mercado cambiario y el
acceso a las divisas. Si se discute la inflación es porque ha crecido
notablemente la capacidad de consumo. Si se discute el mínimo no imponible del
impuesto a las ganancias es porque hemos dejado
de discutir el empleo de manera generalizada, si bien hay cierto nivel
de informalidad, y porque los salarios se han incrementado.
En algún sentido
ese fenómeno del cacerolazo que se dio en setiembre y el que se viene, plantea una paradoja del éxito,
porque plantea algunos debates y algunas discusiones que han dejado por detrás
otros debates que tienen que ver con la cobertura cuestiones básicas y que
felizmente y en gran medida, se han ido superando. Es solo comparar la
situación de 2001/02, con 23% de desempleo,
con el presente.
Que no quepan
dudas: la Argentina va a aprovechar estas condiciones favorables. Pero la cuestión
es si todos nos vamos a subir al tren de la historia o sólo se va a subir una
elite y las grandes mayorías populares van a mirar pasar este momento
extraordinario desde los costados de las vías; creo que esta es la cuestión
central que se platea en Argentina. Si la Argentina se sube en base a una reedición
del modelo agroexportador, con alivio fiscal al capital, devaluación acelerada
y vuelta a los mercados voluntarios de deuda o si aprovecha esta etapa para
reinsertarse en el mercado mundial sosteniendo la expansión del mercado doméstico,
el aumento sistemático del empleo formal, los salarios y la mejora en la
distribución del ingreso. Creo que esta es la discusión central en esta etapa,
y ese NO es un debate económico, es eminentemente político.
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