Opositora. Arrubiada. Tersa. Con sus mohines de chica bien y su prosa dramática, la jineta del apocalipsis transita la pantalla argentina.Encabalgada en el conflicto campero, le ha dado por hablarnos de la crisis. Merece la pena escucharla. Se nota el eco cercano de su nuevo protegido el Prat Gay. Conservador sutil. Lejos de la prédica ajustera clásica de la city dura, pero cerca del interés de los poderosos.
La rubia nos dice que no hay demanda efectiva. Ajá. Que entonces hay que aliviar del peso tributario a las empresas para preservar el empleo. Ajá. Que bajemos las retenciones, los aportes patronales y otras gabelas, ajá. Que el desfinanciamiento consecuente hay que saldarlo con la asistencia del FMI. Ajá. ¿Se entiende?, dice. Se entiende rubia: reducimos impuestos al capital so pretexto de alentar el empleo y desfinanciamos al Estado para endeudarlo a manos del FMI. He ahí la solución lilita a la ausencia de demanda efectiva. La misma de Cavallo. La misma del orejón. La misma del neoliberalismo de siempre: alivio al capital a costa de las privaciones y el esfuerzo de las mayorías. Jugada de resultados conocidos. Incremento de la rentabilidad empresaria y del endeudamiento público. Empleo a su suerte. Por lo general magra.
Rubia, va una idea diferente envuelta en una pregunta: ¿y si creamos demanda efectiva?.
1 comentario:
Muy buen aporte. Me parece una excelente iniciativa el Blog!
A difundirlo!
En cuanto a la nota puntual:
Me encantó la metáfora, me hizo trazar un inevitable paralelísmo con "la rubia tarada" de SUMO. Aunque esta "rubia" no parece tan tarada, sabe manejarse bien.
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